jueves, 7 de junio de 2012

La intervención en la dislexia

Desde el punto de vista educativo, el tema principal debe consistir en dedicar nuestros esfuerzos y recursos a como superar los problemas académicos y no académicos que experimentan estos estudiantes. Aunque no hay una respuesta definitiva a que dificultades aparecen primero y a que deberíamos enfrentarnos inicialmente, parece lógico que la intervención se dirija a los estudiantes con dificultades de aprendizaje que pueden obstaculizar la instrucción, como los problemas en el plano conductual, para pasar inmediatamente a los problemas del tipo académico. Cuando el profesional se enfrenta con un disléxico. lo hace siempre con unas expectativas y unas creencias que modulan su interpretación de la situación y de los procedimientos de intervención. 
Lamentablemente las investigaciones longitudinales muestran la dislexia como un trastorno crónico con fuerte persistencia  a largo plazo, especialmente cuando la intervención se retrasa hasta el tercer o posteriores cursos. En consecuencia, aunque lo ideal seria eliminar el/los problemas, por el momento el objetivo mas realista que debe adoptar el profesional es reducir el impacto de las dificultades, es decir, adoptar estrategias de afrontamiento del problema mas que de curación.

Estrategias Reeducativas:

Existen diferentes estrategias reeducativas. A continuación se citan algunas de las mas conocidas.
  • La educción multisensorial, tal y como indica su nombre, trabaja la memoria visual, auditiva, articulatoria, táctil y grafomotora y rítmica, favoreciendo la creación de imágenes que incidan en la adquisición del proceso de la lectoescritura. Es decir, se trabaja la relación entre el habla y símbolos visuales o de otras modalidades, escribiendo en el aire las letras, moldeándolas con plastilina, articulando fonemas, escuchándolos, etc. A pesar de las ventajas que supone la realización de los aprendizajes simultaneamente por diferentes modalidades, este tipo de intervención ha sido criticado por la sobrecarga que puede generar en los sentidos.
  • Cuando el niño tiene dificultades motoras se interviene con educación psicomotriz. Planificando actividades psicomotoras se pretende que el sujeto tome conciencia del esquema corporal, del espacio, de la lateralidad, de la disociación de movimientos, etc. La secuencia a seguir suele ser la siguiente:
  1. Esquema corporal: conocimiento del propio cuerpo y del otro, nociones    espaciales del propio cuerpo y del otro y localización de objetos respecto al cuerpo.
  2. Lateralización: identificación de la dominancia lateral y ejercicios de fuerza y de precisión.
  3. Orientación espaciotemporal: nociones espaciales y temporales en asociación gráfica y dinámica.
  • Otra forma de intervenir es tener en cuenta los procesos a seguir de manera natural en la adquisición de la lectura y la escritura. De este modo, nos encontramos con dos métodos de entrenamiento de la lectura: el analítico, que empieza por el análisis de la frase para después ir estudiando los diferentes componentes de la misma (palabras, silabas y letras) y el sintético, que empieza por el estudio de grafemas, para después analizar las silabas, luego las palabras y finalmente, las frases y el texto.
Elegiremos un método u otro en función de las características que pretende el sujeto. Así ante un niño con dificultades auditivas que sustituye los sonidos, los combina deficientemente, conoce el nombre pero no el sonido de las letras, etc. Se deberá realizar una intervención de las capacidades auditivas, aunque la enseñanza de la lectura y la escritura se deberá basar en la modalidad visual, por lo que escogeremos el método analítico, para que aprenda las palabras por su configuración visual.
En cambio, si el niño invierte palabras o letras, pierde la linea, no domina los signos de puntuación y produce palabras parecidas en apariencia en lugar de leerlas correctamente, nos encontramos ante un niño con problemas visuales. Por lo tanto, se le deberá enseñar a leer mediante el método sintético o fonético, ya que enseña en primer lugar la correspondencia grafema-fonema, aunque se deberá intervenir para entrenar las capacidades visuales.
Es interesante también, fijarse en que aspecto tiene mas dificultades el niño en cuanto a la lectura (exactitud, comprensión o velocidad). Este conocimiento nos permitirá focalizar las actividades al entrenamiento del mismo.
Si, por ejemplo, el sujeto lee con falta de exactitud ya sea por problemas de memoria inmediata o por una lectura muy lenta, se tendrá que trabajar con material breve, frases muy cortas y de fácil comprension.

Cuando el niño lee pero no entiende lo que acaba de leer, deberemos intervenir en la comprensión lectora. Reforzar el analisis visual de la frase o palabra, identificando seguidamente los distintos términos que componen, son tareas que nos pueden ayudar.
Para trabajar en cambio, las dificultades de velocidad lectora podemos pedirle al sujeto que reconozca rápidamente silabas y palabras muy frecuentes o que elimine una silaba de una palabra mediante análisis visual.

Es importante tener en cuenta que todas las estrategias para la correcta adquisición de la lectura y la escritura deben seguir la progresión normal, según la etapa en la que se encuentre. Así para la lectura el orden seria reconocimiento y lectura de cada signo; reconocimiento de silabas directas e inversas (en orden de dificultad creciente), lectura de palabras que les falten letras, lectura comprensiva de palabras, formación de palabras con letras sueltas, lectura comprensiva silenciosa, cumplir ordenes escritas, formas frases y resúmenes orales y escritos. En la escritura, por su lado, deberíamos empezar con ejercicios de grafía con componente espacial, pasar a la copia, dictado, redacciones y resúmenes y, por ultimo trabajar la autocomprobacion.

Por otro lado Luis Lozano, en su articulo "La reeducación de las dislexias evolutivas: sus fases", plantea un modelo de intervención basado en las aportaciones de la neuropsicologia cognitiva. Según el autor, el tratamiento de las dificultades de la lectura se debe centrar en aquellos aspectos que presenten deficiencias:


  • Dificultades en el conocimiento metafonologico: repetir oralmente frases, dividir las oraciones en las palabras que las componen apoyándose con palmadas u otra ayuda externa, unir las palabras para formar frases, separar las palabras en silabas (ayudándose de palmadas, pitos, etc.), formar palabras a partir de unas silabas dadas, escuchar y repetir palabras con un determinado fonema y decir si es igual o no, recuerdo libres de  palabras a partir de una indicación dada por el educador _(palabras que empiecen por una determinada silaba) clasificar diferentes dibujos dependiendo del fonema inicial o final, repetir las palabras que empiecen o terminen por un determinado fonema ante una serie concreta, identificar palabras que se diferencien por solo un fonema, buscar palabras que rimen con una propuesta, etc.
  • Dificultades en la correspondencia grafema-fonema:
Si los problemas se centran en el análisis grafemico: división y formación de frases, palabras y silabas con material de soporte oral y físico. Estas actividades son importantes ya que ayudan a que el sujeto tome conciencia de la importancia del añadido o cambio de un solo fonema para us significado. Por ejemplo, ante una palabra dada, se le puede pedir que forme otras cambiando cambiando únicamente una letra. Otra actividad que podemos realizar para trabajar este componente es que deletree palabras de izquierda a derecha pronunciando el sonido de la letra y no su nombre.

Si las dificultades se manifiestan en torno a la asignación del fonema al grafema: hacer que la letra tenga significado usando procesos a nivel representativo, acompañar con ejercicios motores los sonidos correspondientes de las letras (hacer un dibujo, moldearla con plastilina, usar colores distintos, etc)

Si los problemas se presentan en la unión de todos los fonemas en un todo coherente: alargar la pronunciación de las letras de las silabas, uniéndolas con las siguientes sin interrumpir la expulsión de aire, para que perciba la continuidad, realizar el mismo ejercicio con las silabas de las palabras y las palabras de la oración.
  • Dificultades en el reconocimiento de las palabras: Trabajar las palabras unidas al dibujo que les corresponda, puntear la palabra con un punzón, pintarla, etc. de forma que el niño vaya creándose un léxico visual, asociándolo a su significado.
Según Xavier Anguerri la reeducación debe iniciarse con la identificación de las letras del alfabeto, proporcionando al alumno estrategias memorísticas para su recuerdo. Es importante alternar ejercicios orales, escritos y de movimientos corporales, para ayudar al niño a crearse una imagen mental para cada letra y una buena discriminación auditiva. 

El tratamiento propuesto por el autor debe tener en cuenta tanto las habilidades como las limitaciones de cada sujeto, individualizando la intervención, ajustándola a las características de cada niño, para conseguir siempre los mejores resultados.

Algunas actividades que destaca Anguerri son:

Para trabajar el lenguaje oral y la organización del mensaje se deberá empezar por la composición de frases con diferentes clases de palabras. Esta tarea se debe hacer según la siguiente progresión:
  • Nombre-verbo
  • Articulo-nombre-adjetivo-verbo
  • Artículo-nombre-adjetivo-verbo-adverbio
  • Artículo-nombre-adjetivo-verbo-adverbio-preposición-artículo-nombre-adjetivo.
A partir de estas estructuras se pueden ir añadiendo otros elementos lingüísticos. Otro aspecto a trabajar es la verbalización se sentimientos y la simultaneidad de gestos y palabras a la hora de comunicarse, tanto en situaciones estáticas, como en situación dinamicas o que hayan sufrido algún cambio a lo largo del tiempo.
Se trabajara también la simbolización del mensaje, ofreciendo una imagen mental al sujeto para favorecer su ritmo y la secuencialidad, así como su creatividad.

Respecto a la estimulación de la percepción visual podemos hacer actividades como la búsqueda de diferencias entre dibujos, cosa con la que se desarrolla su capacidad analítica y su atención. Otro aspecto que se puede trabajar es la figura corporal ante un espejo. En relación al esquema corporal y al desarrollo psicomotor se realizaran ejercicios para reforzar la habilidad digital, la lateralización, la independencia de segmentos corporales, los movimientos asimétricos y la coordinación oculomanual. También se practicaran la simetría o asimetría, la relajación muscular, el equilibrio, los conceptos especiales y temporales como arriba-abajo, derecha-izquierda, fuera dentro, etc., la valoración de distancias y dimensiones, etc.

Para desarrollar la estructuración espaciotemporal se pueden llevar a cabo diferentes actividades en función de la edad:
Para niños de entre 6 y 8 años se les puede enseñar los días de la semana o los meses del año con apoyo de actividad motora, por ejemplo, dar un salto para cada día, encestar una pelota para cada mes. Otro tema a tratar son las horas. Estas pueden practicarse con un reloj de juguete: primero las horas en punto, luego las medias horas, después los cuartos y, finalmente los minutos.
Para niños mas mayores, a partir de los 10 años, se trabajara la confección de horarios y la lectura de cuadros, como los horarios del cine o de los transportes publicos. También se puede trabajar con ellos la descripción de figuras, la enumeración ordenada de los elementos que las componen, etc. Al principio se les puede guiar mediante preguntas para que, progresivamente, vayan siendo mas autónomos en la tarea. Otra actividad interesante a este es la ordenación de letras dentro de la palabra, de palabras dentro de la frase, incluso de oraciones dentro de un texto.

En cuanto a la orientación espacial se suele empezar a trabajar con la diferenciación de izquierda-derecha sobre el propio cuerpo, seguir con el cruce del eje corporal y continuar hasta trabajar el cambio relativo de espacio (por ejemplo, "tu derecha es mi izquierda). Los materiales que podemos trabajar para estas actividades son pelotas, aros, cuerdas, bastones, fotografías, dibujos, espejo, etc.

Para trabajar las dificultades que surjan en el área de matemáticas deberemos otorgarle al niño estrategias para que una los números a una imagen mental, como por ejemplo colores o símbolos no numéricos que progresivamente se irán sutituyendo por números.

En el trabajo de la lectura y escritura es muy importante tener en cuenta que la velocidad de procesamiento del sujeto sera a la media, por lo que tenemos que tener paciencia y respetarlo. Debemos realizar un entrenamiento basado en la correspondencia grafema-fonema, para reducir los errores que manifiestan, realizando actividades de discriminación y posicionamiento de cada grafía o fonema dentro de la palabra. Además complementaremos el trabajo con ejercicios del campo fonológico en relación al canal perceptivo-visual.

Otra autora que también  ha destacado algunas actividades a desarrollar con niños que presenten este tipo de problemas es Isabel Galli, quien cree que se debe trabajar teniendo en cuenta la Ruta Dual:
  • Ruta fonológica: enseñanza del abecedario: poner ejemplos de las cuatro formas de cada letra, a la vez asociándolas a un dibujo que empiece por dicha letra.
  • Ruta lexical: escoger un numero determinado de palabras de uso frecuente para el niño. Diseñar carteles con las palabras seleccionadas y hacer que el niño trabaje con las letras de las palabras (recordándolas, ordenándolas, etc) de este modo, además de trabajar la ruta lexical ya que el niño acabara reconociendo la palabra con un simple golpe de vista, también trabajamos la ruta fonológica con la secuencia de sonidos.
Por su parte, Cueto (1990) distingue la intervención referente a los cuatro módulos de los procesos implicados en la lectura:

  • Modulo perceptivo: Reconocimiento y discriminación de letras y palabras.
  • Modulo léxico: Dependerá de la ruta en la que presente problema. Si se trata de dislexia visual deberemos tener en cuenta que la rapidez y la lectura silenciosa no les favorecen, por lo que tendremos que respetar su ritmo de codificacion. Si, por ejemplo, se trata de dislexia auditiva se le deberán enseñar estrategias para que utilice sus sistemas de memoria visual en los ejercicios de deletreo.
  • Modulo sintáctico: organigrama de la frase, para que aprendan la función de cada elemento.
  • Modulo semántico: extraer la idea de un texto, inventar el final de un cuento, etc.
Bibliografía:
  • Carlson,J. y Das, J.P (1995). Reeducación de las dificultades del aprendizaje lector, en S. Molina y M Fandos (Eds): Educación Cognitiva 1. Huesca: Mira.
  • Rueda, M., Sánchez, E y González, L (1990). El análisis de la palabra como instrumento de rehabilitación de la dislexia. Infancia y Aprendizaje, 49,39-52.
  • Sánchez M, E. Rueda, M y Orrantia, J (1989). Estrategias de intervención para la reeducación de niños con dificultades de aprendizaje de la lectura. Comunicación, lenguaje y educación, 3-4,101-111.

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